Sergio Sánchez es navarro. A pesar de ello no es cerrado, ni callado, y mucho menos tímido. Rompe con todos los prejuicios que tengo sobre los chicos de la comunidad foral. Algo bastante útil si te toca de compañero en clase.
Además como punto a favor no es el típico estudiante de Comunicación. No. No es un pedante ni pretende enseñarte todos sus conocimientos sobre cine, libros, etc. Es sencillo y claro. Un sin vergüenza en el buen sentido. No se corta si eres un desconocido.
En definitiva creo que ha sido enriquecedor haberle conocido. Quizás sino fuera por esta asignatura no sabría quién es, nos cruzaríamos por los pasillos y nunca hubiera sabido su nombre.
David Gutiérrez es riojano. La Rioja, la unica comunidad autónoma que no sabía situar en el mapa en el colegio. No sé porqué. Quizás porque nunca había tenido el placer de conocer a alguien de allí.
David es el típico chico con el que las primeras impresiones no sirven para nada. Quizás su aparente timidez haga que sea más difícil acercarse a él. Pero una vez que lo consigues te das cuenta de que es una persona abierta y accesible.
Su gran pasión es el diseño. Es ese tipo de personas que tienen un ojo especial. Sabe cómo funciona la estética, cómo hacer agradable un diseño, ya sea en la edición de un periódico o en una fotografía.
En definitiva creo que tendrá un bonito futuro sí profundiza en su hobby favorito.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
lunes, 30 de noviembre de 2009
sábado, 28 de noviembre de 2009
martes, 17 de noviembre de 2009
Bodega Otazu
Nunca había estado en una bodega ni había sentido ese fuerte olor a vino y a humedad. Es la primera vez que he sido consciente del proceso tan cuidadoso de elaborar un buen vino.
Lo más sorprendente fue la gran diferencia que hay entre el edificio y el subsuelo. Es como trasladarse a un planeta diferente con sólo bajar unas escaleras.
Es obvio que un producto de lujo tiene que presentarse como tal. Por tanto, el diseño tiene que ser algo importante que aporte suntuosidad.
La parte industrial es donde se realiza el proceso principal: máquinas, aluminio, termómetros. Todo limpio y ordenado.
Después de la visita nos introdujeron en el apasionante mundo de la cata de vino. Nos enseñaron la manera de saber si un vino es crianza o añejo, el modo en que hay que tantearlo y por último aprender a encontrar su sabor.
La fotógrafa del pueblo
La fotógrafa del pueblo, así rezaba su tarjeta de visitas. Ella era Dorothea Lange nacida el 25 de Mayo de 1895 en Hoboken, Nueva Jersey. Su nombre original fue Dorothea Margarette Nutzhorn, pero se quitó su segundo nombre y adoptó el apellido de soltera de su madre. Con siete años sufrió Poliomielitis, por lo que creció con una constitución débil y los pies deformados.
Comenzó sus estudios de fotografía en Nueva York. Siendo alumna de la escuela Clarence H. White. En 1918 después de recorrer el mundo,se marchó a San Francisco donde abrió un estudio que tuvo mucho éxito, allí contactó con más gente y se interesó por el fotoperiodismo. En el año 1920 contrajo matrimonio con el pintor Maynard Dixon, con el que tuvo dos hijos.
Su obra más conocida comenzó después de la Gran Depresión, cuando decidió salir del estudio y fotografiar la realidad de la calle. Realizó fotos de desempleados y de gente sin hogar
Fue contratada por la administración federal que luego fue llamada “Administración para la Seguridad Agraria”, donde documentaba la situación tan precaria de los aparceros.
En diciembre de 1935 se divorció de su marido y se casó con un profesor de economía de la Universidad de Californía, Paul Schuster Taylor. que había vivido en Méjico, concretamente en los Altos de Jalisco. Fue un pionero en realizar estudios sobre la migración entre Méjico y Estados Unidos. Taylor se encargó de enseñarle a Lange economía y asuntos sociales. Juntos hicieron un documental titulado “A American Exodus, A Record of Human Erosion”.El libro mezclaba textos y fotografías. Su mirada recorre el país mostrando la situación de los campesinos más pobres, en su mayoría inmigrantes. Su marido hacía las entrevistas y ella sacaba las fotos.
Durante 1935 y 1929, Lange trabajó en departamentos oficiales mostrando fotos sobre la marginalidad y la pobreza. Las distribuía sin coste alguno en los periódicos nacionales y sus fotos se volvieron un icono de la época.
Su fotografía más famosa es la de “ Madre Migrante”, que se ha convertido en un clásico. Ahora sabemos que la protagonista se llama Florence Owens Thompson. Lange no sabía su nombre, más tarde explicó:
“Vi y me acerqué a la famélica y desesperada madre como atraída por un imán. No recuerdo cómo expliqué mi presencia o mi cámara a ella, pero recuerdo que ella no me hizo preguntas. No le pedí su nombre o su historia. Ella me dijo su edad, que tenía 32 años. Me dijo que habían vivido de vegetales fríos de los alrededores y pájaros que los niños mataban. Acababa de vender las llantas de su coche para comprar alimentos. Ahí estaba sentada reposando en la tienda con sus niños abrazados a ella y parecía saber que mi fotografía podría ayudarla y entonces me ayudó. Había una cierta equidad en esto.”
En 1941 recibió el premio Guggenheim Fellowship.
Después del ataque de Pearl Harbor se le encargó registrar la evacuación de los japoneses estadounidenses en los campos de concentración. Hizo fotos de todos los actos de reubicación de los japoneses.
Durante los últimos años de su vida fue cofundadora de la revista Aperture, publicó reportajes para Life Magazine e incluso realizó un documental sobre el sistema judicial californiano. Desde 1958 hasta 1963 estuvo viajando por Asia, Venezuela, Ecuador, Egipto, Siria, Irak, Europa. Cuando regreso supo que tenía cáncer por lo que decidió preparar una gran retrospectiva de su obra en el MOMA y a documental su vida.
Sus fotografías se han convertido en un testigo de la época, Large pretendía mostrar que dando a conocer las imágenes más trágicas de Estados Unidos se podría cambiar el rumbo de las cosas. Muestra retratos con gran humanidad, que reflejan belleza y heroísmo. Huye del sentimentalismo y la dramatización, Large intenta concienciar a la sociedad para un mundo más humano.
jueves, 12 de noviembre de 2009
Rincones de Pamplona
En Pamplona es raro el día que no llueve. Es una ciudad donde puedes encontrar las cuatro estaciones en una sola mañana. A simple vista parece que no tiene grandes cosas que ofrecer, pero hay que saber adentrarse en sus calles e inspeccionar todos sus rincones.
Hay que dejar de lado la zona más turística y descubrir su esencia porque sea de día, o de noche, Pamplona esconde imágenes impactantes.
El viajero despistado puede quedarse con una idea vaga de la ciudad si lo único que visita es la plaza de toros, la ciudadela o el ayuntamiento.
El primer paso para poder ver belleza en cualquier lugar es aprender a amarlo. Pamplona puede parecer sosa y aburrida, pero para poder disfrutar de ella hay que quitarse la venda de los ojos.
Podemos encontrar vistas muy interesantes de lugares sencillos. Es necesario aprender a mirar para encontrar esos rincones tan especiales.
Después de cinco años viviendo aquí me he encariñado con la mayoría de sus calles.
Igual que la distancia a hecho que admire más mi ciudad, el paso del tiempo ha conseguido que me sienta cómoda y feliz entre el frío y la lluvia.
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